Ya están de vuelta. Comienza la campaña de venta y comercialización del bombón estrella de los mercados y por supuesto mi favorito. Además del sabor, olor y textura (únicos en toda la parrilla de productos similares del mercado) el bombón de Ferrero Rocher está ligado estrechamente a mi vida y a la historia de nuestro querido pueblo, Guadalupe.
Cuánto brillo y cuánta transformación nos ha traído este producto y la empresa que lo fabrica Ferrero Ibérica a la que reconocimos este mismo año con la medalla de Guadalupe, en un acto hermosísimo que jamás olvidaremos y en el que también distinguimos a Joaquín Vázquez Alonso, q.e.p.d., a título póstumo, como uno de los mejores y más honorables embajadores de nuestra identidad.
Os animo a que quienes no los hayáis degustado hacedlo, y quienes conocéis de sus virtudes culinarias, sigáis disfrutando de esos momentos y de esos sabores únicos que sólo con los Ferrero se viven.
Por cierto, pronto conoceremos los pueblos que este año concursan en "Juntos Brillamos Más", en un año especial en el que se cumple el décimo aniversario de este concurso.

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