| Recipientes de la Botica Guadalupense. Foto: Blas M. Parejo |
Mucha y muy estrecha es la relación de la Medicina y la Farmacia con el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe como he tenido la ocasión de conocer en los últimos años, y de un modo especial cuando tuve la fortuna de toparme con el Doctor Pedro Hidalgo (Presidente del Colegio Oficial de Médicos de Badajoz), el Doctor Agustín Muñoz o Cecilio José Venegas (Presidente del Colegio de Farmaceúticos de Badajoz), en algunos de los encuentros profesionales y temáticos que sobre el área de Farmacia o Medicina han tenido lugar en nuestro pueblo.
Fructíferas también las notas que un campanariense afincado en Sevilla, Bartolomé Miranda Díaz, me pasó al respecto y que acabaron publicadas en un pequeño documento gracias a la sensibilidad y buen hacer que siempre manifestó y demostró, nuestra añorada y siempre querida, Rosario Cordero Martín, q.e.p.d.
Y cómo no, siempre presente en nuestra memoria, nuestro querido Padre Sebastián García, q.e.p.d., uno de los mayores divulgadores de los tesoros escondidos en nuestro Real Monasterio, y también de lo que supuso la medicina, con algunas publicaciones específicas que mantengo entre mis libros, como es el titulado "Ordenanzas y Costumbres en los Reales Hospitales de Nuestra Señora de Guadalupe".
Ciertamente, tal y como empezaba escribiendo en este post, son ingentes los estudios, análisis, artículos y otras piezas escritas que hablan sobre la historia de estas especialidades en Guadalupe. Sólo hay que poner tres palabras (Medicina, Guadalupe, Escuela) en los buscadores más conocidos para darse cuenta del volumen de conocimiento que, en torno a este asunto, existe.
Es por tanto esta materia, un claro elemento diferenciador y un potencial cultural, científico y también turístico que Guadalupe posee y que a mi juicio -y seguramente compartido por muchas personas- se presume infrautilizado y carente del valor que bien merece. A poco que se lea sobre el tema, pronto se descubrirán elementos importantes, ligados a Guadalupe y que han contribuido al desarrollo de la Medicina en todo el mundo: desde la especialización en la cura de Bubas en el Renacimiento, manuales específicos para el aprendizaje y cómo no, el paso por Guadalupe de los mejores médicos y cirujanos del momento (Francisco de Arceo, Francisco Díaz, Juan Fragoso o Francisco Hernández de Toledo) y en la última época Juan Sorapán de Rieros.
Es obvio el amplio abanico de posibilidades que tiene Guadalupe para la actividad científica como viene realizándose en los últimos años por sociedades de Medicina, colegios profesionales y también entidades como la Fundación Europea e Iberoamericana de Yuste. Pero, además, bien podrían explorarse otras fórmulas y acciones estratégicas que pudieran contribuir al conocimiento y divulgación de lo que fue el germen de la universidad de Extremadura y un icono histórico en el desarrollo de este campo, no sólo en nuestra región sino en toda Europa.
Se me ocurren algunas propuestas:
- Crear un premio para investigación en Medicina de carácter internacional para galardonar aquellos trabajos que contribuyan a mejorar la salud y el bienestar de las personas, en especial en el avance científico contra enfermedades de difícil sanación.
- Crear una Escuela Permanente de Formación de profesionales de la Medicina, con sede en Guadalupe, mediante la constitución de un Patronato en el que participen los Colegios Profesionales, las Sociedades de Medicina, la Universidad de Extremadura, Fundaciones, Administraciones, etc...
- Potenciar un proyecto de ámbito nacional que promueva la visita a lugares históricos de estudio de la Medicina y Cirugía, que además de Guadalupe podría enlazar con ciudades como Salamanca, Alcalá de Henares... De este modo podríamos abrir una nueva posibilidad al turismo, en este caso, relacionado con el colectivo de profesionales de la Medicina, Farmacia, Botánica...
¿Alguna propuesta más? Seguro que podéis aportar algo más.
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