| Imagen de Santa María en el Claustro Mudéjar o "Claustro de los Milagros. Manuel Fernández Figueras
No hay días que mejor reflejen la devoción y el fervor hacia la Virgen de Guadalupe, Patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad, que los comprendidos en los primeros nueve días del mes de septiembre, que justo ahora estamos viviendo. De modo especial entre el sexto y el octavo. Guadalupe es un hervidero de peregrinos procedentes de muchos lugares de Extremadura, y especialmente de Extremadura, Castilla-La Mancha (provincias de Toledo y Ciudad Real). En mi adolescencia, cuando ejercía de voluntario en la atención a los peregrinos en el albergue de la Iglesia Nueva, tuve la suerte de escuchar testimonios entrañables que relataban personas procedentes de pueblos como Los Cortijos, Porzuna, Malagón, Agudo, El Torno, Alcoba de los Montes... y otros muchos de la provincia ciudadrealeña. También otros de pueblos extremeños, especialmente de pueblos de las comarcas de la Siberia y la Serena. En mi recuerdo, también aquellas imágenes de las calles de Guadalupe llenas de peregrinos con sus colchones desplegados para dormir y descansar antes de darle gracias a la Señora de Las Villuercas, por todo el amparo y apoyo recibido en los momentos más difíciles de sus vidas. Santa María de Guadalupe es sinónimo de devoción, fervor, Fe, peregrinación y por supuesto, júbilo, reconciliación y paz. Aquellos que estos días se manifiestan sobremanera en las calles de Guadalupe y el Santuario y Real Monasterio que custodia tanta historia y tanta Fe, en torno a una imagen bendita, como es la de Santa María de Guadalupe, fuerza y energía motriz, en torno a la cual fue, es y será erigida la historia de nuestro pueblo. Las peregrinaciones, aunque inmersas en cierto declive, se resisten a desaparecer gracias a muchas personas, como José Gabriel Rodríguez Cortés de Hinojosa del Duque (Córdoba), José Antonio Morales (Saceruela), Antonio Dávila de la Asociación de Amigos del Camino Real, a Diego Hernández, de la Asociación Fray Hernando de Talavera, entre otras muchas, las cuales se afanan en recuperar y revalorizar los viejos caminos, para que el espíritu peregrino que llenó de gloria la historia de este enclave, siga vigente y en alza. Además, muchos también nos hemos empeñado en situar y posicionar a los caminos históricos de peregrinación a Guadalupe, no sólo en el mapa -que también- sino en el marco de las grandes peregrinaciones en España y las rutas culturales y turísticas que encuentran en el Suroeste peninsular un vacío, que sin lugar a dudas cubrirían nuestros caminos, antaño más importantes que el propio camino de Santiago. Un camino complicado pero no imposible, que recorreremos siempre amparados por nuestra Madre de Guadalupe. A ella nos debemos y en ella confiamos siempre para que desde nuestra condición humana nos marque el rumbo para ser mejores personas y también para trabajar sin descanso para difundir, promover y expandir su devoción en todo el mundo. |
04/09/2023
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Felicitaciones por el comentario bien explícito y vivido seguramente en primera persona,dando a conocer la importancia de esta bella localidad estremeña
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario.
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